Lecciones
de tinieblas; lecciones de luz.
En la primavera de
2008, dentro del marco de FEMAS, "Le poeme harmonique"
interpretaba en la Iglesia de la Magdalena las Lecciones de tinieblas de
Michel-Richard Delalande. Este concierto (casi una performance, al recrear la
antigua liturgia barroca de los Oficium tenebrae), y el sobrecogimiento final,
con las naves de la iglesia en completa oscuridad, es el origen de
"Lecciones de tinieblas; lecciones de luz".
El
proyecto está pensado para su desarrollo en cuaresma, tanto por su punto de
partida en la liturgia religiosa como por enmarcarlo en la celebración del
Festval de Música Antigua de Sevilla, ya que la música forma parte central de
toda la obra.
Los
"Oficios de Tinieblas", género sacro muy desarrollado en la
música renacentista y barroca, conjugan
la claridad, la limpieza de la música, con la oscuridad, tensa y
amenazadora del texto de las
"Lamentaciones" de Jeremías en
el cual se basan todas ellas. La liturgia a la que se asocian estas obras data
del siglo IX y se basa en ir apagando los cirios del templo de forma
progresiva, para simbolizar los
sufrimientos y la muerte de Cristo. No
obstante, las Lecciones de las Tinieblas tienen su origen en el Antiguo
Testamento, y más en concreto, en el libro de las Lamentaciones de Jeremías, o
el libro de Jeremías a secas. Es un
testimonio que expresa el sufrimiento por la destrucción de Jerusalén por los
invasores babilonios en algún momento del siglo VI antes de Jesucristo. La
pasión que expresa Jeremías en su texto pasó con los siglos a formar parte de
la liturgia y el culto celebrado en la Semana Santa.
Las Lamentaciones de Thomas Tallis, Tomás
Luis de Victoria o Carlo Gesualdo y las
Lecciones de Tinieblas francesas, sobre todo las de Delalande y Couperin,
se situan en la base del proyecto.El texto de las lecciones sigue al pie
de la letra las Lamentaciones de Jeremías, numerando cada estrofa con las
letras del alfabeto hebreo: Aleph, Beth,
Guimel, Daleth… Al enunciar esa
letra, carente de significado, se
realizan toda una serie de vocalizaciones, algunas muy ancladas todavía en la
tradición litúrgica medieval y otras,
por el contrario, más decantadas
hacia el virtuosismo, se crea un ritmo vertical que enlaza los distintos textos
propiamente dichos. Es de esta doble
lectura horizontal (versículos)- vertical (letras hebreas) de la que parte José
Ángel Valente para su poemario Tres
lecciones de tinieblas, canto de "la germinación y del origen o de la
vida como inminencia y proximidad".
Esta obra poética será la segunda base conceptual del proyecto.
La luminosidad de la
música y la oscura densidad de los versículos.
Luz y oscuridad se convierten en los principios generadores de la obra, dotándolas de un concepto muy cercano a lo
visual. Luz y oscuridad, tinieblas y luz. La luminosidad de la música y la
oscuridad del texto, la abstracción de las letras hebreas y la mágica
figuración de los versos de Valente, el tenebrario
encendido del principio de los oficium tenebrae y la oscuridad total de
su final. Manuel Enrique Balón Villar parte de este juego de contrarios y a través de distintos medios (pintura,
escultura, instalación o vídeo) crea obras
donde los distintos lenguajes se superponen hasta crear un todo
unitario.
"Lamentaciones" es una vídeo-instalación formada por un
lado, por una proyección continua de un corazón de cera que arde hasta
consumirse, con el fondo de la música de
Thomas Tallis, y por otro el resultado de dicha acción: "Cor",
la estructura metálica del corazón ennegrecida por el fuego.
Cor. Alambre
quemado. 14 x 8 x 5
Seis fotogramas de "Lamentaciones". Vídeo.
"Alef-Num" y "Tres lecciones de
Tinieblas" están ligados a la obra de José Ángel Valente. Acrílicos y tintas alternan luz y oscuridad,
geometría e informalismo, en una serie puramente abstracta. El formato de
tríptico y de políptico remite al
retablo, pero también a la base de la
obra de Valente, a la generación simultánea
de lo único y lo múltiple.
El tenebrario
es el candelabro en el que se colocaban las quince velas de los oficios
de tinieblas, las quince velas que se
irán apagando sucesivamente hasta llegar a la oscuridad total. En este caso, "Tenebrarium" es una columna de corazones de metacrilato,
unos transparentes y otros grises translucidos,que cuelgan desde el techo de la sala hasta el suelo.
Siete corazones pertenecientes a “Tenebrarium”
Dos detalles de “Lamed”
"Stabat
Mater" y "Fons Amoris"
parten también de la música barroca, pero utilizan en cada caso lenguajes distintos, mezclando figuración y
abstracción.
"Stabat Mater" crea un espacio
pictórico comprimido mediante la superposición de varias capas de papel
industrial translúcido y acrílico, superponiendo a su vez elementos figurativos
y abstractos. El resultado son superficies aparentemente neutras por debajo de
las cuales todo pasa.
Stabat mater. Acrílico y tinta sobre papel industrial. Tres piezas de 50 x 50 cm |
"Stabat
Mater" I y II. Mixta-papel industrial. 59 x 41 cm.
"Fons amoris" es una serie paralela
en la que el protagonismo lo toma el
color. Formas simples que hacen referencia a la fuente de la vida, a lo
femenino, a lo sensual.
Fons Amoris. Mixta sobre papel. 40 x 30 cm cada pieza.
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